La manipulación

Está claro que la manipulación de cuando en cuando da sus frutos. Yo no me siento muy a favor de ella, me considero conservacionista, me gusta dejar las cosas tal cual estaban. Si algo ha salido bien sin tener que manipular nada, me parece de más valor. Lo cierto es que tengo que admitir que esto me ocurre poco y por conseguir mi objetivo he hecho cambios a mi antojo. Sobretodo en los tiempos que corren, es muy fácil manipular. Pero también hay que decir que hay manipulaciones de gran valor artístico.
En este caso, lo admito, si, he manipulado y estoy orgulloso. Fue sencillo, como mover una tecla, vi el resultado y me resultó gratificante.
Ah sí, muchos opinarán, pero yo tengo lo que quiero.

Volver a los libros

Siempre me ha parecido que las bibliotecas tienen cierto encanto que no sé definir. Las hay agobiantes pero la mayoria son lo contrario, relajantes. La actitud de la gente, aparentemente inmersos en sus libros y apuntes, con caras de interés y concentración, invita a hacer lo mismo. Mis apuntes son un coñazo pero ver a los demás con la cabeza agachada me hace sentir que igual no es para tanto.
Al llegar, la mayoria de los lectores levantan la cabeza quizás para ver si eres conocido o quizás porque interrumpes su frágil silencio de las hojas, los bolígrafos y alguna que otra tos. Lo primero es sentirse observado, sacas tus libros y apuntes y ocupas tu sitio sin levantar la mirada de forma algo vergonzosa. Te sientas y, una vez acomodado, con tus apuntes listos para el estudio, ya te sientes preparado para observar el resto de la biblioteca y comenzar a leer y estudiar. Más adelante, vuelves a levantar la mirada para deacansar de vez en cuando y curiosear qué leen o estudian los demás.